Redacción: Agencia EFE
Barcelona y Real Madrid disputarán este sábado en el estadio sevillano de La Cartuja la final de la Copa del Rey, a la que han llegado de forma muy diferente, con el cuadro de Hansi Flick goleador y muy superior en todas las rondas salvo en la semifinal ante el Atlético de Madrid, y el equipo de Carlo Ancelotti sufridor y necesitando de épica salvo en dieciseisavos ante la Deportiva Minera.
El Barça ha conseguido cuatro goles o más en los cinco encuentros disputados salvo en el último, en la vuelta de las semifinales, en el Metropolitano ante la escuadra de Diego Pablo Simeone. Su superioridad en todas las rondas previas ha sido patente. No dio opción al modesto Barbastro en dieciseisavos, al que venció por 0-4 sin mayor apuro con goles de Eric García, el que abrió el fuego, dos del polaco Robert Lewandowski y el último de Pablo Torre.
En octavos su víctima fue el Betis del chileno Manuel Pellegrini, al que goleó por 5-1 en un partido que encarriló en la primera media hora con las dianas de Gavi y el francés Jules Kounde. En la segunda mitad el brasileño Raphinha, Ferran Torres y Lamine Yamal ampliaron la cuenta que solo pudo ser recortada muy al final por el también brasileño, exazulgrana, Vitor Roque de penalti.
Mestalla no supuso obstáculo alguno para el equipo de Flick. Liquidó al Valencia en media hora con un triplete de Ferran Torres, exdelantero del cuadro che, y otro tanto de Fermín López en un inicio de partido estelar. Lamine Yamal puso la guinda tras el descanso.