La Selección Sub-20 de El Salvador dio un paso firme en su camino por las medallas en los XII Juegos Centroamericanos Guatemala 2025, tras imponerse 1-0 a Nicaragua en el Estadio Cementos Progreso. El triunfo, trabajado y con sello de orgullo, permitió al equipo de Erick Dowson Prado instalarse en las semifinales del torneo masculino de fútbol.
El gol de la clasificación llegó al minuto 25, cortesía de Carlos Garay, quien aprovechó un pase filtrado desde el medio campo para encarar al portero nicaragüense y definir con precisión. El delantero de CD Águila fue el héroe de una tarde en la que la Selecta mostró una versión más madura y disciplinada, aprendiendo de la derrota sufrida ante Guatemala en su debut.
Dowson Prado apostó por un once renovado, dando ingreso a Francis Castillo y Néstor Delgado para fortalecer el mediocampo y brindar mayor movilidad en ataque. La fórmula dio resultado: El Salvador dominó los primeros minutos, encontró el gol y luego administró la ventaja con orden y sacrificio.
El encuentro fue intenso de principio a fin, con dos selecciones que pelearon cada balón y exigieron físicamente al máximo. Sin embargo, la garra cuscatleca se impuso, respaldada por una defensa sólida y un planteamiento táctico que neutralizó los intentos nicaragüenses.
Con esta victoria, El Salvador cerró la fase de grupos en la segunda posición del grupo A, detrás de Guatemala, y se mantiene con opciones reales de disputar una medalla. Su próximo rival saldrá del grupo B, donde figuran potencias regionales como Costa Rica, Panamá y Honduras.
Más allá del marcador, el triunfo simboliza un golpe de confianza para la escuadra juvenil, que ha sabido recomponerse y demostrar carácter en momentos clave. La afición salvadoreña celebra este avance como una señal alentadora del progreso en las divisiones menores, donde el trabajo silencioso empieza a rendir frutos.
La Selecta Sub-20 tiene ahora una misión clara: sostener el nivel, mantener la concentración y seguir soñando con subir al podio en tierras guatemaltecas. Un sueño que, con entrega y determinación, comienza a sentirse cada vez más posible.