LA NACION
Ya está en los octavos de final del Mundial de Chile la selección Sub 20 argentina. A paso firme, más allá del suspenso que le puso al triunfo sobre Australia un error propio en la noche del miércoles.
Fue goleada por 4-1, con la tranquilidad que llegó en el tiempo de descuento de un partido que controló la mayor parte del tiempo más en el juego que en el marcador. Al final, se hizo justicia, para asegurar el pasaje a la siguiente instancia en la segunda fecha.
Pronto se puso en ventaja con un gol de Alejo Sarco, quien tuvo la intervención del VAR tras la incertidumbre que generó el árbitro español José Sánchez Martínez al señalar una falta del delantero. Luego, corrigió su fallo al ver las imágenes en el monitor. A partir de allí, parecía que la insistencia de Argentina definiría el duelo rápido, pero el segundo, el de Tomás Pérez, llegó recién sobre la hora, después del alivio de un tanto anulado a Australia.
En la segunda etapa, cada ataque del conjunto albiceleste tenía aroma de gol. Se lo perdió una y otra vez. Encontró en el arquero Steven Hall una muralla. Y el guardameta propio, Santino Barbi, que había tenido algunas valiosas intervenciones para evitar la caída de su arco, fue protagonista de un blooper al querer despejar y pifiarle a la pelota. Entonces, Daniel Bennie no perdonó, achicó la diferencia y trajo suspenso al final.
Y llegó el final, con otra victoria. Tras el 3-1 sobre Cuba en el debut, este 4-1 deja a Argentina como puntera del grupo D con 6 puntos y clasificada a octavos de final. Aunque todavía le quede jugar por la última fecha el sábado próximo ante Italia, que en el primer turno de hoy no logró sostener un 2-0 sobre los cubanos, que llegaron a la igualdad 2-2, y necesitará sumar ante un conjunto nacional que puede darse el gusto de rotar a sus jugadores en plena resolución del grupo. Claro que con la oportunidad de terminar primero en la zona si no pierde, lo que le permitirá posicionarse mejor pensando en el primer rival que tenga por eliminación directa.