Donald Trump festejó la semana pasada la decisión de la cadena ABC de levantar “indefinidamente” Jimmy Kimmel Live. La empresa subsidiaria de Disney había tomado esa determinación en represalia por comentarios vertidos por el conductor sobre el asesinato del referente de extrema derecha Charlie Kirk.
A partir de ese momento, miles de televidentes y algunas de las máximas figuras de la cultura y el entretenimiento de los Estados Unidos comenzaron una cruzada para que se dejara sin efecto la medida. Todo parecía indicar que era una lucha perdida, pero la presión rindió sus frutos y este martes el ciclo de entrevistas nocturno volvió a salir al aire.
Emocionado, Kimmel abrió el programa con un compilado de clips que mostraban la reacción de distintos medios de comunicación ante el levantamiento, que incluyó a un presentador de la CNN asegurando que el regreso del ciclo es “uno de los momentos más cruciales de la historia de la radiodifusión”. Luego, las cámaras mostraron al anfitrión y a su compañero, Guillermo Rodríguez, uno disfrazado de tigre y el otro de una banana, viendo el resumen. “Probablemente, deberíamos cambiarnos”, indicó el conductor, antes de aparecer en vivo en el estudio, impecablemente vestido para dar inicio formalmente al histórico programa.
“No sé quién tuvo unas 48 horas más raras, si yo o el director ejecutivo de Tylenol”, comenzó su monólogo, en alusión a las acusaciones de Trump, que fueron refutadas por la Organización Mundial de la Salud, que indican que si el medicamento es ingerido por embarazadas, el feto podría desarrollar ciertos niveles de autismo.
Inmediatamente después, Kimmel agradeció a todas las personalidades del mundo del espectáculo que se pronunciaron en contra del levantamiento, incluyendo a sus colegas Stephen Colbert, John Oliver, Conan O’Brien, Jimmy Fallon, James Corden, Jay Leno, Howard Stern y David Letterman.