Redacción: LA NACION
La escena se repite en la historia reciente del Real Madrid: un ídolo del club vuelve a casa para asumir un nuevo rol. Pasó con Zinedine Zidane y ahora es el turno de Xabi Alonso, quien desde este lunes es oficialmente el entrenador del primer equipo. A los 43 años, y luego de conquistar la Bundesliga y la Copa de Alemania con el Bayer Leverkusen, el exmediocampista inicia su etapa como director técnico en el club donde brilló como jugador.
“Tenemos la convicción de que podemos conseguir cosas importantes, dignas del Real Madrid y de estas Copas de Europa”, afirmó en su presentación oficial, en la que no hubo preguntas de la prensa, pero sí una batería de declaraciones con fuerte carga simbólica. Antes de empezar a hablar del futuro, Alonso se tomó un momento para homenajear al pasado reciente. “Carlo (Ancelotti) fue mi entrenador, una gran persona y una gran influencia. Sin su maestría, probablemente no estaría aquí. Tomo el relevo y recojo su legado con mucho honor y con mucho orgullo. Espero poder cumplir con las expectativas y poder llevar al club a todos los sitios donde todos creemos que podemos hacerlo”.
Del otro lado, Florentino Pérez también fue elogioso con su nuevo DT: “Llega un nuevo entrenador, quien ya es uno de los mejores del mundo y que representa a la perfección lo que es el Real Madrid, porque ya sabe lo que supone este escudo y esta camiseta. Bienvenido a tu casa”.
Ideas claras desde el primer día
Aunque todavía falta tiempo para que se reencuentre con todos los jugadores, Alonso dejó en claro que ya empezó a imaginarse el funcionamiento de su equipo. “Tengo una idea de cómo queremos jugar, pero la foto fija del sistema puede cambiar”, explicó. Y completó: “Quiero que el equipo transmita emoción, energía, jugar de forma ambiciosa y que conecte con la gente. La simbiosis que buscamos es fundamental para que la etapa empiece bien”.
Sobre las estrellas del plantel, el técnico vasco no esquivó el nombre de nadie. “Es una suerte que tengamos jugadores de ese nivel. No sólo Kylian (Mbappé) o Vinicius, sino otros tantos. Son diferenciales, marcan las diferencias y les tenemos que sacar todo lo que tienen. Tengo ideas. Todavía queda tiempo hasta que nos juntemos con ellos, pero es muy importante esa comunicación de qué es lo que queremos”, sostuvo.