El pescado seco se convirtió uno de los platillos más codiciado en semana santa por lo salvadoreños, y uno de los mas exportafos hacia Estados Unidos, usualmente son preparados en casa, para disfritarlos en familia.


El pescado seco es un producto que se consume mucho en la temporada de semana santa, pero su preparación tiene varios pasos: los comerciantes compran macarela, boca colorada, róbalo y panchita para secarlo. Primero limpian el pescado, lo ralean y desviceran; después lo cortan tipo mariposa para colocarle sal y dejarlo reposar por unas 24 horas. A ese tiempo de preservación le llaman maduración. Al terminar ese proceso, lavan el pescado solo con agua para quitarle el exceso de sal, ya el producto queda con una textura limpia y de color blanco.


El siguiente paso es ponerlo al sol durante 72 horas, así se elimina el exceso de humedad y se logra deshidratar el producto. El pescado lo ponen a secar en un área bajo techo de lámina transparente, la zona está cerrada para evitar moscas, otros insectos y el polvo. Así lo hace la empresa Pesca Mar Azul S.A de C.V., que tiene su planta de procesamiento en la 38 Avenida, Barrio Lourdes, en San Salvador.



Actualmente, las cooperativa exportan el 90% de su línea de pescado seco: pargo, robalo, macarena, camarón cocido y otras especies. Washington, Houston, Los Ángeles y Nueva York son algunos estados que gozan de estos productos.