El Salvadoreño Noticias
Sin más discusiones, las pupusas son el plato salvadoreño típico por excelencia, y donde haya un compatriota siempre habrán pupusas. Esta es una regla inviolable que Nelson David Juárez Galán conoce a la perfección.
Originario de Juayúa, Sonsonate, don Nelson empezó hace 19 años una travesía al otro lado del mundo. «Se cruzó el charco» y desde entonces ha vivido varias etapas de su vida (junto a su familia) que lo han llevado a tener una de las pupuserías más reconocidas en Milán, Italia.
La «Pupusería de don Nelson» es visitada no solo por la comunidad salvadoreña en Italia, sino que los hermanos ecuatorianos, peruanos e italianos disfrutan de las pupusas de chicharón, revueltas, frijol con queso, solo de queso y de otras especialidades como de camarón, de ajo y de loroco. Las hay de harina de arroz y de maíz, por supuesto, acompañada de curtido y salsa de tomate.

De motorista a emprendedor en Italia
Su vida en El Salvador siempre fue de trabajo para llevar el sustento a su familia. Antes de abandonar su tierra se desempeñó como motorista de la ruta 205 pero el destino le tenía preparada otra vida en Milán. «Un amigo que ya estaba en Italia me pidió que me fuera a trabajar con él y así fue. Estuve trabajando 3 años con él y después ingresé a una pizzería acá en Italia como repartidor y fue ahí donde aprendí a hacer pizza con el italiano que era mi jefe», recordó.
Para 2009 la situación económica golpeó a todos y don Nelson no fue la excepción, le recortaron el salario y con lo que ganaba apenas le alcanzaba para cancelar el arrendamiento de su apartamento; sin embargo, y como buen salvadoreño, en medio de esta tragedia vio la oportunidad de poner su propio negocio.
«Se me vino a la cabeza la idea de vender pupusas y nosotros no sabíamos nada de cómo poner un negocio pero nos vimos obligados a poner algo. Así fue como un domingo compramos los preparativos, mi esposa hizo pupusas en la casa e invitamos a unos amigos a comer y ellos nos motivaron a que siguiéramos haciendo porque les gustaron», señaló.

Y así, pasaron seis años haciendo pupusas desde casa y entregándolas a domicilio, pero en el 2019 abrieron su restaurante porque la casa les quedaba pequeña para la cantidad de pedidos que sacaban. Para el 2020, la pandemia por COVID-19 también les afectó en sus ventas y en la salud de don Nelson que permaneció ingresado 20 días. «Sentí propio la muerte», dice este salvadoreño al recordar su paso por el hospital pero que afortunadamente salió sano y salvo.
Un año después de la pandemia, con trabajo duro, don Nelson puede ver cómo los comensales hacen cola para ingresar a su pupusería que, además, ofrece otros platos típicos salvadoreños como empanadas, atol de elote, horchata, tamarindo, panes con pollo, tamales de elote, chicharrones, y más.
La pupusería de don Nelson se ha convertido en un referente de que los sueños se pueden cumplir, además, es una fuente que genera empleo en una de las ciudades más desarrolladas del mundo.
Nelson Juárez invita a sus hermanos salvadoreños a esforzarse por lo que quieren y señala «que ahora que en el país hay más seguridad» que puedan invertir en sus proyectos.



