Durante la temporada navideña y de fin de año, el país registra un incremento en la llegada de visitantes procedentes de Honduras y Guatemala, reflejo de la confianza que hoy genera El Salvador como punto de encuentro familiar, turístico y cultural.
Los puntos fronterizos de El Amatillo, en La Unión, y Las Chinamas, en Ahuachapán, se convierten en puertas de bienvenida para los centroamericanos que eligen vacacionar en el país. La atención eficiente, el trato cordial y el ambiente ordenado en ambas fronteras facilitan el ingreso y permiten que los visitantes inicien su recorrido con una experiencia positiva desde el primer contacto con territorio salvadoreño.
“Nos sentimos súper seguros. Hemos visitado el Centro Histórico de San Salvador incluso a altas horas de la noche y el ambiente es muy familiar. Siempre somos bien recibidos, la gente nos recibe con una sonrisa y eso invita a volver”, expresó Luis Medina, representante de Guarander, turoperador hondureño, al destacar la seguridad y hospitalidad que perciben los turistas durante su estadía.
Los visitantes aprovechan su paso por el país para recorrer destinos emblemáticos como el Centro Histórico de San Salvador, la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), la villa navideña, playas, pueblos turísticos y sitios culturales. “La percepción que se escucha de El Salvador es que ha cambiado mucho. La seguridad es importante porque podemos venir con confianza y disfrutar en familia”, señaló el visitante guatemalteco Ludin Recinos, quien resaltó los avances visibles en el país y la tranquilidad que se experimenta al recorrer sus calles y espacios públicos.