Agencia EFE
Después de encadenar tres empates en Liga consecutivos fuera de casa, que le hicieron perder el liderato, y una victoria ante el Athletic Club, el Real Madrid volvió a pinchar este domingo, con derrota 0-2 ante el Celta de Vigo en la que fue su vuelta, 36 días después, al Bernabéu.
Lejos quedó la eficacia del Real Madrid cuatro días atrás en San Mamés, donde el 0-3 rompió la racha de tres partidos consecutivos en Liga que acabaron en empate. Los de Xabi Alonso volvían al Santiago Bernabéu y cayeron derrotados contra el Celta de Vigo en un partido en el que se quedaron con nueve jugadores -expulsados Fran García y Álvaro Carreras- y sin marcar.
Tuvo tres ocasiones Arda Güler en la primera mitad, sin éxito. La más clara, en el minuto 37, cuando remató al borde del área pequeña pero, desestabilizado, mandó el balón lejos de la portería de un Radu que sacó con éxito los acercamientos de peligro del Real Madrid hasta el descanso. La peor noticia para el Real Madrid en una primera mitad con empate a cero al descanso que dejaba al conjunto blanco con la necesidad de dar un paso adelante para no perder terreno con el Barcelona en la lucha por el título de Liga.
Sin embargo, fue el Celta de Vigo el que logró abrir el marcador. El sueco Williot Swedberg, quien entró al partido tras el descanso en lugar de Pablo Durán, firmó un gol de clase, rematando de tacón un centro de Bryan Zaragoza en el minuto 54 en una jugada combinativa del equipo gallego que desarboló las marcas dentro del área del Real Madrid.
Sin embargo, Williot Swedberg certificó la victoria del Celta en el minuto 93, con un Real Madrid batido en el que, instantes antes, Álvaro Carreras se marchó expulsado tras ver dos cartulinas amarillas de forma consecutiva por protestar al colegiado Alejandro Quintero González.
Cerró el Celta de Vigo su victoria en el Bernabéu (0-2) para colocarse con 19 puntos, mientras que el Real Madrid prolonga su mal estado de forma, con seis puntos de 15 posibles que hacen más líder de Liga a un Barcelona con el que pasó de tener una ventaja de cinco tras imponerse en el clásico del 26 de octubre a tener una desventaja de cuatro.



