Agencia EFE
El Atlético de Madrid se negó a ducharse con agua fría este lunes en el Emirates, pero se llevó un jarro de agua congelada este martes. Líderes de todo, los de Mikel Arteta pasaron por encima de los ‘rojiblancos’ en una segunda parte aplastante y mantienen un impresionante pleno de triunfos en Europa.
Poco o nada queda de ese Arsenal timorato que claudicó en este mismo escenario contra el Atlético en 2018, en Europa League. Este es un Arsenal dominante, efectivo y al que es injusto calificarle de defensivo. Sí, el Atlético pudo adelantarse, y así las tuvo Julián Álvarez, que erró una sin portero tras fallo clamoroso de David Raya y se topó con el larguero en un disparo que pudo cambiar el rumbo del encuentro.
El equipo de Diego Pablo Simeone le plantó cara al Arsenal durante 57 minutos, pero fue destrozado a partir de entonces. El balón parado, la gran arma de Arteta, fue la que abrió las entrañas del Atleti, con un envío glorioso de Declan Rice que empujó con la cabeza Gabriel, la torre de este equipo (1-0). El gol viene, no obstante, de una falta de Llorente que no fue tal.
Nada pudo hacer un Jan Oblak que había agotado su magia al salvar dos mano a mano ante Saka y Gyökeres. El cabezazo de Gabriel, imperial, desinfló a un Atleti que dejó de creer y provocó que el Arsenal pudiera encajar los golpes mucho más fácilmente. En un periodo de seis minutos, le cayeron tres más. Martinelli, culminando una carrera maravillosa de Lewis-Skelly puso el 2-0, mientras que el 3-0 lo hizo Gyökeres, quitándose la espinita de llevar siete encuentros sin ver puerta. Tal era esta apisonadora londinense que el sueco saboreó un doblete, al encontrare con una prolongación de Gabriel en otro mortal balón parado.
«Así ganamos nosotros muchos partidos en 2014», explicaba Simeone en la previa al analizar las fortalezas de este Arsenal.