Xabi Alonso y el inicio de una nueva era

Agencia EFE

El final de un ciclo exitoso, por mucho que llegase a la plantilla el deseado Kylian Mbappé, con dos títulos menores de los siete a los que optaba el Real Madrid, da paso a un nuevo proyecto liderado por Xabi Alonso y con una fuerte inversión en el mercado para cubrir carencias, tras las despedidas de dos leyendas, Carlo Ancelotti y Luka Modric, técnico y jugador más laureados de la historia del club blanco.

Desde 2009, en otro fin de ciclo madridista, el club blanco no realizaba una inversión tan potente en fichajes como la actual. En aquel momento con la llegada de futbolistas de la dimensión de Cristiano Ronaldo, Kaká y Karim Benzema. En el presente con refuerzos de otro perfil pero de la misma importancia ante las carencias evidentes: Trent Alexander-Arnold, Dean Huijsen y Álvaro Carreras para enterrar los problemas defensivos; Franco Mastantuono como apuesta clara por una perla del futuro. Una inversión de 167,5 millones de euros.

Es una realidad que marca el funcionamiento de un Real Madrid que forma innumerables futbolistas en su cantera, que nutren a otros equipos, y hace un seguimiento pormenorizado por el mundo para detectar joven talento. Así fichó a Vinícius, Fede Valverde o Rodrygo de la plantilla actual. Casos de éxito de jugadores que han multiplicado exponencialmente su valor con los años, instalándose entre los mejores del mundo en sus demarcaciones. La nueva apuesta es Mastantuono. Unos momentos estelares en River Plate, una aparición con personalidad con Argentina, sin que le pesara la albiceleste, confirmaron lo que se seguía desde hace tiempo. Los 63,2 millones de euros pagados convierten a un jugador de 17 años en el mayor traspaso de la historia del fútbol argentino. El Real Madrid ya tiene a su Lamine Yamal. Por similitud en edad, apenas un mes, más que en características.

Y a un jugador que dinamita el habitual procedimiento de una cantera exportadora. Muy pocos, contados, llegan al primer equipo. Habitualmente tras una cesión a un club como primer paso a la élite. Gonzalo García derribó la puerta en un Mundial de Clubes que cerró como máximo goleador. Aprovechó la baja en los primeros partidos de Mbappé para devolver, a base de goles, la confianza a Xabi Alonso y ganarse un hueco en el primer equipo.

La irrupción de un delantero más potente en la casa blanca desde Raúl González. De otra manera, desde la necesidad, también se ganó su espacio Raúl Asencio en la defensa. La plaga de lesiones que tanto castigó a Ancelotti le obligó a tirar de una cantera a la que nunca dio continuidad.