Redacción: Christina Thykjaer
Un poderoso terremoto de magnitud 8,8 sacudió la costa oriental de Rusia este miércoles, generando una serie de alertas de tsunami en países a lo largo del Pacífico, desde Japón y Hawái hasta Alaska, Canadá, México, China, Filipinas y Nueva Zelanda. El epicentro se ubicó cerca de la península de Kamchatka, y las consecuencias han sido inmediatas y generalizadas.
Las autoridades rusas declararon el estado de emergencia en las Islas Kuriles y en la ciudad de Petropavlovsk-Kamchatsky, después de que olas de tsunami de hasta seis metros inundaran el puerto de Severo-Kurilsk. En la costa de Kamchatka, las olas habrían alcanzado entre diez y 15 metros en zonas poco pobladas. Varias personas resultaron heridas durante las evacuaciones de emergencia, aunque no se han reportado víctimas mortales.
Alerta en Japón: casi 2 millones bajo advertencias de evacuación
En Japón, el seísmo activó alertas en toda la costa del Pacífico. Las autoridades emitieron avisos de evacuación para cerca de dos millones de personas en más de 220 municipios. Olas de hasta 60 centímetros han sido registradas desde Hokkaido hasta la Bahía de Tokio. La Agencia Meteorológica de Japón advirtió que podrían llegar olas más grandes y que el riesgo persistirá al menos durante todo el día. El aeropuerto de Sendai cerró su pista de forma preventiva, se suspendieron ferris y algunos servicios ferroviarios en el norte del país. Las plantas nucleares en la costa también suspendieron operaciones como medida de precaución, sin reportes de anomalías, y su personal fue evacuado.
Hawái y EE.UU.: evacuaciones y olas en O’ahu
Hawái activó sirenas y evacuaciones en zonas costeras. Se registró un retroceso del mar de hasta nueve metros en el puerto de Haleiwa, una señal clara de la llegada de olas. Aunque no se han reportado daños, las autoridades mantienen la alerta y han habilitado refugios en escuelas y centros comunitarios. El gobernador Josh Green pidió a la población mantenerse lejos de la costa.
Alerta en otros países del Pacífico
Varios países han emitido alertas de tsunami y fenómenos costeros peligrosos tras el evento sísmico. En China, Shanghái y la provincia de Zhejiang están en alerta por la inminente llegada del tifón CoMay, acompañado de riesgo de tsunami. Filipinas, por su parte, ha reportado posibles olas menores a un metro en su costa oriental, según el Instituto de Vulcanología y Sismología.
En Nueva Zelanda, las autoridades han advertido sobre corrientes marinas intensas y marejadas impredecibles que podrían afectar todas sus costas. En América y Oceanía, la situación también es crítica. La Marina de México ha lanzado una advertencia desde Ensenada hasta Chiapas, con olas de hasta un metro, recomendando a la población evitar las playas.