LA NACION
La muerte de Juliana Marins, la brasileña de 26 años que cayó 300 metros tras una caminata en el volcán Rinjani, en Indonesia, suma nuevas revelaciones. Tras el hecho que tuvo el fatal desenlace el 21 de junio, la familia de la joven oriunda de Río de Janeiro acusó a los guías y a la empresa encargada de armar los tours por esos peligrosos senderos.
Ahora, sus padres compartieron uno de los últimos mensajes que les envió su hija por WhatsApp, al inicio de su viaje por el sudeste asiático, en febrero. “Mami, te amo tanto. Me rompió el corazón cuando nos despedimos. En realidad, eso es lo único que me preocupa: dejarte a vos, a papi o a mi hermana decepcionados. Fuera de eso, no tengo miedo de muchas cosas, mucho menos de las dificultades“, manifestó la joven en el mensaje que los familiares hicieron público.
En ese mismo mensaje, la publicista de 26 años le dedicó unas emotivas palabras a su madre: “Me crio una mujer capaz de resolver cualquier problema y que no teme lanzarse y perseguir sus sueños. Yo también soy así. Tengo deseos y sueños diferentes. ¡Los quiero mucho a todos! Y siempre estaré agradecida por todo el apoyo, el cuidado y el cariño. Eso es lo que me hace valiente”.
Previo a su llegada a Indonesia, la turista visitó Filipinas, Vietnam y Tailandia, en donde buscó conectarse con la naturaleza. Sin acompañante, se adentró en la aventura de conocer nuevos lugares, hasta su llegada al volcán Rinjani, donde perdió la vida.