Real Madrid sufrió pero ganó ante Celta de Vigo: no se despega de Barcelona y apuesta todo al clásico en Montjuic

Redacción: LA NACION

No quiere perder ni un centímetro de distancia en la lucha por la corona de la Liga de España. No es una empresa sencilla porque su competidor es el de toda la vida y figura por encima en las posiciones. Sin embargo, Real Madrid cumple con golazos y también sufre, claro.

Mientras tanto, espera un traspié de Barcelona para arrebatarle el escalón más alto en el tramo final de la competencia. Apenas restan cuatro fechas para el cierre y la lucha entre dos colosos es apasionante. El conjunto merengue se impuso por 3-2 a Celta de Vigo (goleaba 3-0) y se agazapa a la espera de descontar los 4 puntos que lo separan de los culé. Era vital la victoria de Real Madrid, porque le permite tener una chance concreta de dar un golpe sobre la mesa, porque la semana próxima tendrá la posibilidad de achicar todavía más la distancia con Barcelona, al que tendrá enfrente en Montjuïc.

Aunque claro, el equipo de Carlo Ancelotti deberá ajustar algunas piezas: si bien sacó del camino a Celta, pagó el precio de haber sufrido demasiado, porque el partido lo dominaba con goleada por 3-0 y terminó cortando el aire en el Santiago Bernábeu. Un traspié o el sinsabor de un empate inesperado del Madrid, que estuvo a nada de suceder ante Celta, hubiese facilitado el camino del Barça, que de ganar el clásico se hubiese proclamado campeón ante los merengues.

Más allá de la victoria y los golazos de Arda Güler y de Kylian Mbappé, que facturó por duplicado, el equipo de Ancelotti volvió a mostrar dos caras: la buena, con la que se puso 3-0 dominando casi a placer, y la mala, cuando con el ingreso de Iago Aspas perdió el control de todo y le marcaron dos goles que comprometieron seriamente la victoria en los compases finales.