Este 3 de mayo, El Salvador vive una de sus tradiciones más coloridas: el Día de la Cruz. Desde temprano, las familias colocan cruces de madera decoradas con frutas, flores y papel de colores en patios, jardines y plazas.
La festividad mezcla la fe católica con antiguas costumbres indígenas. La gente agradece por las cosechas y pide bendiciones para el resto del año. Niños y adultos visitan las cruces y toman frutas como símbolo de buena suerte.
Según la tradición popular, se coloca la cruz “para que no baile el diablo en el patio”, una expresión que refleja el deseo de proteger los hogares de malas energías y mantener la armonía en el entorno familiar.
En San Salvador, el Parque Cuscatlán se suma a la celebración con el taller “Decorando la Cruz de Mayo”. La actividad se realizará a las 2:30 p.m. en la Bebeteca, plataforma 4. Está dirigida a niños y niñas, con un cupo limitado de 12 participantes que se asignarán por orden de llegada. El evento está sujeto a suspensión por condiciones climáticas

