Con Reportes de Blanca Morán.
El pasado 20 de marzo, el Estadio Cuscatlán se convirtió en el epicentro de la música latina con la presentación de Chayanne, quien regresó a los escenarios salvadoreños con su gira «Bailemos otra vez».
El artista puertorriqueño, considerado el «papá de LATAM» por sus fieles seguidores, brindó un espectáculo inolvidable que reunió a miles de fanáticos. La noche comenzó con la presentación del telonero santaneco Diego Orantes, quien preparó el ambiente con su talento.
Pasadas las 9:30 p.m., las luces del escenario se encendieron y Chayanne apareció en escena desatando la euforia del público. Desde el primer acorde de «Bailemos otra vez», el cantante dejó claro por qué sigue siendo uno de los artistas más queridos del mundo latino.
A lo largo de la noche, Chayanne interpretó algunos de los mayores éxitos de su carrera, incluyendo «Lo dejaría todo», «Salomé», «Un siglo sin ti», «El centro de mi corazón», «Provócame» y «Atado a tu amor». No faltaron los clásicos que han marcado generaciones, como «Tu pirata soy yo», «Completamente enamorados» y «Tiempo de vals», que hicieron cantar a todo pulmón a los asistentes.
El estadio estuvo lleno de coloridos carteles y camisas con mensajes como «Chayanne, dice mi mamá que eres el mejor papá del mundo», en referencia a la tendencia en redes sociales que lo ha bautizado como el «papá» de Latinoamérica. Al llegar el momento de «Fiesta en América», los fanáticos agitaron globos blancos al cielo, replicando la emotiva tradición de sus conciertos. Con más de cuatro décadas de trayectoria, Chayanne se ha consolidado como un icono de la música latina. Desde sus inicios en la década de los 80, el puertorriqueño ha conquistado el corazón de millones con su carisma, potente voz y electrizantes coreografías.

Con más de 50 millones de discos vendidos y una lista interminable de éxitos, su legado sigue vigente, y su capacidad de conectar con el público demuestra que sigue siendo el ídolo romántico por excelencia. El concierto en El Salvador fue una muestra más de la magia de Chayanne sobre el escenario, dejando claro que su reinado en la música latina está lejos de terminar.