“Si uno no se da por vencido, los sueños se hacen realidad”, afirmó Nixon Hernández, quien será el segundo nadador de El Salvador que competirá en los Juegos Olímpicos París 2024, después de la abanderada nacional Celina Márquez.
El salvadoreño explicó que visualizó su participación en unos Juegos Olímpicos cuando vio algunas competencias de Beijing 2008 y pasaron 16 años para ver cumplido su anhelo con la confirmación de su plaza de universalidad en los 100 metros libres de París 2024. Nixon, de Santo Tomás, dio sus primeras brazadas cuando tenía seis años en el Liceo Salvadoreño, debido a que sintió calor y decidió darse una zambullida para refrescarse.
“Si uno no se da por vencido, los sueños se hacen realidad”, afirmó Nixon Hernández, quien será el segundo nadador de El Salvador que competirá en los Juegos Olímpicos París 2024, después de la abanderada nacional Celina Márquez.
El salvadoreño explicó que visualizó su participación en unos Juegos Olímpicos cuando vio algunas competencias de Beijing 2008 y pasaron 16 años para ver cumplido su anhelo con la confirmación de su plaza de universalidad en los 100 metros libres de París 2024. Nixon, de Santo Tomás, dio sus primeras brazadas cuando tenía seis años en el Liceo Salvadoreño, debido a que sintió calor y decidió darse una zambullida para refrescarse.
“Llevo buscando este sueño desde la primera vez que ví unos Juegos Olímpicos en 2008 y llevo nadando desde 2006. Son 18 años deseando este momento y es una culminación de todo el esfuerzo. Si uno no se da por vencido, los sueños se hacen realidad. Es emoción, alegría y satisfacción pero también mucha hambre de luchar y de ver de lo qué soy capaz, más ahora con el apoyo que el INDES y el COES dan”, comentó Hernández.
