
Un eclipse (del griego ékleipsis, ‘desaparición’, ‘abandono’) es un fenómeno astronómico que se produce cuando un cuerpo celeste, como la Luna o un planeta, se interpone en la trayectoria de la luz de otro cuerpo celeste, proyectando una sombra sobre él.
Antes de que se entendieran los eclipses tan claramente como en la actualidad, estos fenómenos aparentemente incomprensibles solían generar una gran inquietud. La confusión en torno a los eclipses prevalecía hasta el siglo XVII, ya que no se describían con exactitud ni desde un enfoque científico. Fue Johannes Kepler quien, a principios del siglo XVII, proporcionó una explicación científica sobre los eclipses, disipando gran parte de la incertidumbre que los rodeaba.
Hay dos tipos principales de eclipses que involucran a la Tierra, la Luna y el Sol: los eclipses solares y los eclipses lunares.
Eclipse solar: Ocurre cuando la Luna se posiciona entre la Tierra y el Sol, bloqueando total o parcialmente la luz solar y proyectando una sombra sobre la superficie terrestre. Hay tres tipos de eclipses solares:
a. Eclipse solar total: La Luna cubre completamente el disco solar, y solo se puede observar la corona del Sol. Este fenómeno solo es visible desde una estrecha franja de la Tierra.
b. Eclipse solar parcial: La Luna solo cubre una parte del Sol, y el efecto visual es que el Sol parece tener un «mordisco».
c. Eclipse solar anular: La Luna se encuentra más lejos de la Tierra en su órbita, por lo que su tamaño aparente es menor que el del Sol. Durante este tipo de eclipse, la Luna no cubre completamente el Sol, dejando un anillo brillante de luz solar visible alrededor de su borde.
Eclipse lunar: Se produce cuando la Tierra se interpone entre la Luna y el Sol, proyectando su sombra sobre la superficie lunar. También hay dos tipos de eclipses lunares:
a. Eclipse lunar total: La Luna pasa completamente por la sombra de la Tierra, adquiriendo un tono rojizo debido a la dispersión de la luz en la atmósfera terrestre. Este fenómeno también se conoce como «Luna de sangre».
b. Eclipse lunar parcial: Solo una parte de la Luna atraviesa la sombra de la Tierra, lo que provoca que una sección de la superficie lunar se oscurezca.